Hola a todos.
Supongo que algún día tenía que regresar por aquí. Vuelvo, aunque ahora a mi corazón le falta un pedazo muy grande. Pero bueno, aquí estoy, y ya tenéis la cuarta parte de "Sujeto de prueba 001", por si queréis leerla.
El motivo principal de esta nota es volver a recordar una historia que escribí hace tiempo, titulada "Hijo", y que creo que es oportuno volver a traer a la primera página.
De paso, me gustaría felicitar las fiestas a todos, pero, en especial, a todas aquellas personas que estén tristes o que lo estén pasando mal, por el motivo que sea. Mucho ánimo.
De nuevo, gracias a todos por estar ahí.
Aio
Contenido
- Boda de ladrones
- Cielo cromado
- Claudio
- Diario
- Dormiré contigo
- Edith
- El fin
- El manantial
- El testamento del dragón
- En busca de
- Flora
- Grietas en el cielo
- Historias con latido
- Historias cortas
- Imágenes con latido
- La mansión
- La nueva vida de Dana
- Lady Noche
- Lágrimas de sueño
- Lana Mandala
- Las cuatro insidiosas
- Latidos de libreta
- Llantos
- Mariposas en las paredes
- No se lo digas a mi hija
- Notas del autor
- Ojos negros colmillos blancos
- Sujeto de prueba 001
- Zona en obras
jueves, 24 de diciembre de 2015
Sujeto de prueba 001 (Cuarta parte de siete)
Día 3, jueves, 10 de mayo del
2035.
Signos vitales:
Temperatura: 37,3ºC.
Pulso: 104.
Presión arterial: 138 / 86.
jueves, 17 de diciembre de 2015
Nota del autor
Hola a todos.
Esta semana no habrá historia nueva.
Hasta el próximo jueves 24.
Gracias por estar ahí.
Aio
Esta semana no habrá historia nueva.
Hasta el próximo jueves 24.
Gracias por estar ahí.
Aio
jueves, 19 de noviembre de 2015
Nota del autor: Paréntesis
¡Buenas!
Pues aquí estoy. Como algunos ya sabréis, he sido un poco irregular estas últimas semanas a la hora de subir las historias. Y, por motivos personales, no podré subir historias en las próximas semanas. De modo que "Historias con latido" se va a tomar un pequeño paréntesis.
El próximo día 17 de diciembre, si todo va bien, volveré a pasarme por este blog para publicar novedades. Hasta entonces, podéis disfrutar de todas las historias ya publicadas, y espero volver para esa fecha para continuar y finalizar "Sujeto de prueba 001".
Un abrazo muy fuerte a todos y gracias por estar ahí.
Nos veremos de nuevo pronto.
Aio
jueves, 5 de noviembre de 2015
Nota del autor: ¡Hola de nuevo!
¡Muy buenas!
Algunos de vosotros os habréis dado cuenta de que el pasado jueves día 29 de octubre no subí ninguna historia al blog. En realidad, me fue imposible hacerlo, y me disculpo si alguno de vosotros se quedó esperando un capítulo nuevo de "Sujeto de prueba 001".
Por suerte, esta semana retomo la historia y ya podéis leer la tercera parte.
Muchas gracias a todos por estar ahí.
Un abrazo muy fuerte.
Aio
Algunos de vosotros os habréis dado cuenta de que el pasado jueves día 29 de octubre no subí ninguna historia al blog. En realidad, me fue imposible hacerlo, y me disculpo si alguno de vosotros se quedó esperando un capítulo nuevo de "Sujeto de prueba 001".
Por suerte, esta semana retomo la historia y ya podéis leer la tercera parte.
Muchas gracias a todos por estar ahí.
Un abrazo muy fuerte.
Aio
Sujeto de prueba 001 (Tercera parte de siete)
Día 2, miércoles, 9 de mayo del
2035.
Signos vitales:
Temperatura: 36,9ºC.
Pulso: 94.
Presión arterial: 122 / 81.
jueves, 22 de octubre de 2015
Sujeto de prueba 001 (Segunda parte de siete)
Día 1, martes, 8 de mayo del
2035.
Signos vitales:
Temperatura: 35,7 ºC.
Pulso: 82.
Presión arterial: 118 / 77.
jueves, 15 de octubre de 2015
Sujeto de prueba 001 (Primera parte de siete)
Día 0, lunes, 7 de mayo del
2035.
Signos vitales:
Temperatura: 35,7 ºC.
Pulso: 85.
Presión arterial: 117 / 75.
jueves, 8 de octubre de 2015
Algo curioso
El lunes le pasó algo curioso. Como en todos los inicios de semana,
había terminado de trabajar a las nueve menos cuarto, cuarenta y
cinco minutos más tarde de su hora de salida. Se dirigía a coger el
metro, maletín en mano y paso apresurado. Estaba deseando llegar a
casa, liberarse de las ataduras de su corbata y su camisa de cuello
estrecho, y enfundarse su camiseta de Motörhead para olvidarse de
los problemas del mundo mientras hacía vibrar con sus dedos las
notas graves de su bajo. Pero ese deseado momento de desconexión aún
debía esperar unos minutos hasta que llegase a casa. Ahora, esperaba
pacientemente a que el semáforo de peatones se pusiera verde para
poder llegar a la boca del metro del otro lado de la calle.
jueves, 1 de octubre de 2015
Los escritos de Sekai
Y ahí estaba Sekai, de pie, sola y con la barbilla bien alta, en una
falsa señal de orgullo que apenas podía esconder el temblor de su
miedo. Había alcanzado el borde mismo de la existencia. Muchos de
los que se habían hecho eco del propósito de su viaje le habían
hecho saber, sin ningún tipo de amable cortapisa, que estaba loca de
remate, que su periplo iba a ser un despropósito catastrófico y que
se abocaba directamente a su propia muerte guiada por unos ideales
erróneos. Sin embargo, ella se mantuvo firme, firme y sola. Hasta
que alcanzó su meta y se quedó de pie contemplando el objetivo
alcanzado. Había demostrado que, desde el principio, había estado
en lo cierto, pero ya no quedaba nadie a su lado para verlo. Allí
estaba ella, de pie y sola, orgullosa y sola, asustada y sola, en el
fin imposible de su mundo plano.
jueves, 24 de septiembre de 2015
Piña colada
Los colores chillones de los
neones que anunciaban varias marcas de cerveza eran la única fuente
de luz dentro de aquel tugurio. El bar de Oli era oscuro y olía a
cerrado, pero era justo el tipo de local que atraía, como moscas a
la luz, a la escasa y dispareja panda de perdedores que acudía allí
cada noche para ahogar sus penas en alcohol y en conversaciones
cargadas de silencios, pensamientos profundos y miradas perdidas. Era
jueves y, como todos los jueves y como todos los días, Oli se quedó
un rato observando atentamente desde detrás de la barra cómo aquel
anciano sentado al otro extremo se encorvaba desgarbado sobre su vaso
de piña colada.
jueves, 17 de septiembre de 2015
La nueva vida de Dana (Tercera parte de tres)
Pequeños y brillantes eran los
ojos que destellaban desde la profundidad oscura y rocosa de la
cueva. Atónitos y abiertos redondos de par en par, observaron
incrédulos cómo la joven Dana se alejaba de la entrada de la cueva.
Aquel ser, peludo y encorvado, dejaba que las sombras ocultaran su
flaco cuerpo, mientras daba pequeños brincos
nerviosos tras una estalagmita.
jueves, 10 de septiembre de 2015
La nueva vida de Dana (Segunda parte de tres)
Colocó los brazos en jarra e
inclinó la cabeza a un lado mientras no perdía detalle de la
inmensa gruta que se abría ante ella como si fuera la entrada a un
burdo y pedregoso túnel de una carretera forestal abandonada. Al
lado de Dana, su perra Nomi seguía sentada en la hierba, emitiendo de vez en
cuando algún gemido lastimero, como si al animal le preocupase que
su dueña de adentrara en la oscuridad de delante.
jueves, 3 de septiembre de 2015
La nueva vida de Dana (Primera parte de tres)
La cálida luz del sol de la
tarde se filtraba en las alturas a través de las frondosas ramas.
Dana cerró los ojos y alzó la cabeza hacia el cielo, que dejaba
entrever su claro azul celeste por los huecos entre las hojas.
Percibió el calor del sol en su cara, dibujando luces y sombras
caprichosas al mismo tiempo que la agradable brisa mecía las ramas
de arriba. El susurro de los árboles se convirtió en una melodía
tranquila y relajante que entraba por sus oídos y se hundía hasta
su corazón, calmando su latido y acompasándolo al vaivén del
follaje que la rodeaba. Sin pretenderlo, una media sonrisa apareció
en su rostro. Estaba tranquila y se sentía en paz. Entonces, escuchó
el paso apresurado de cuatro patas que se acercaban hacia ella. Abrió
los ojos y bajó la mirada para ver a su perra Nomi corriendo y
saltando algunos arbustos, mientras sostenía en su hocico el palo
que Dana le había tirado.
jueves, 27 de agosto de 2015
Horizonte oceánico
Las olas la tentaban con promesas
provenientes de más allá del horizonte del océano. Promesas
inalcanzables que nacían justo donde su vista se perdía, por encima
de la cortante línea definida que separaba el cielo azul del mar
azul. Sentada en la orilla, las olas se acercaban cada vez más a la
punta de los dedos de sus pies, pero ella no se dio por enterada.
Quería que el mar se confiase y creyese que la iba a pillar
desprevenida para que, una vez llegado el momento en el que el agua
salada la tocara, fuese ella realmente quien disfrutase al máximo de
un instante en el que todo un vasto océano la estuviese acariciando
y lamiendo con la delicadeza de las idas y venidas del oleaje
tropical.
jueves, 20 de agosto de 2015
La puerta
Se llevó la mano temblorosa
hacia la comisura de los labios y se limpió las salpicaduras. El
sabor ferroso de la sangre de otra persona se coló entre sus labios
y la boca le supo a asesinato. Con pasos descoordinados, se tambaleó
descendiendo cada uno de los escalones que llevaban al sótano.
Despacio, fue recorriendo los últimos metros que lo separaban de su
objetivo: la puerta de madera al final de aquel pasillo. Las lágrimas
asomaron en sus ojos y la mueca que empezó siendo de alegría se
tornó en una mezcla de pena e ira. Para llegar allí había hecho
tanto de lo que arrepentirse, había destrozado tantas vidas a su
paso, había traicionado y se había aprovechado de inocentes...
Todos y cada uno de sus actos deplorables lo habían conducido hasta
aquel sótano, lugar marcado por las sombras que danzaban al ritmo de
la hilera de velas que se derretían en el suelo. Todo lo hecho lo
había hecho para llegar a aquella puerta. Todo, por abrir aquella
puerta. Todo, por liberar a la prisionera del otro lado.
jueves, 13 de agosto de 2015
Obsidiana
Su oscuridad rivalizaba con la
del mismo espacio profundo, aquel lugar remoto y negro, lejos de
cualquier comprensión humana, donde el manto de la expansiva
creación aún no ha llegado. Su superficie era lisa y pulida, tanto
que a su paso, silencioso y permanente, se reflejaba al detalle cada
una de las distantes estrellas, planetas y galaxias. Su forma era
esférica, el más perfecto de los volúmenes, y este artefacto
misterioso la adoptó ni se sabe cuándo, ni se sabe cómo. Sin
embargo, su objetivo era sabido. Era uno de los más terribles
propósitos, uno que era opuesto y definitivo para cualquier forma de
vida, pero, al mismo tiempo, uno que suponía una medida
constante para el universo. Se trataba de una esfera oscura, pulida y
perfecta, desconocida a ojos humanos, que recorría los confines de
la existencia, de un extremo a otro, con el único cometido de acabar
con civilizaciones enteras.
jueves, 6 de agosto de 2015
En busca de la luz
Aliento
escarchado de un ser hundido,
ser que
se hunde, que se cae en sí mismo.
Burbujas
que escapan de su dueño perdido,
que se
hunde más, que se cae en su abismo.
jueves, 30 de julio de 2015
En busca de la oscuridad
Nada,
nunca, nadie
Los
días pasaban sin parar
Nada,
nunca, nadie
Cada
vez tenía más peso que cargar.
jueves, 23 de julio de 2015
jueves, 16 de julio de 2015
Diario (Sexta parte de siete)
Día 495.
El pequeño y contaminado Lewis
ha cumplido con su parte del trato.
jueves, 9 de julio de 2015
Diario (Quinta parte de siete)
Día 494 (todavía).
No he podido aguantarlo. Tenía
que escribir esto ya. Sigo viva. Bueno, si es que a esto se le puede
llamar vida. Antes abrí la compuerta exterior para descubrir quién
era mi misterioso visitante. Se trataba del niño moribundo que me
había encontrado en el camino del bosque. Al parecer, no estaba tan
moribundo como había pensado, y siguió mi rastro hasta el refugio. Alguien
ha enseñado bien a ese crío, no era fácil seguir mi rastro entre
la niebla, la oscuridad y todo ese caos que ahora es el mundo. Ojalá
también le hubiesen enseñado a mantener intacto su traje de
protección.
jueves, 2 de julio de 2015
Diario (Cuarta parte de siete)
Día 494.
No he podido abrir la compuerta
exterior. Bueno, en realidad, no he sido capaz de hacerlo. Los golpes
que escuché anoche eran reales, como si alguien golpease la
compuerta con un tubo de hierro para que lo dejara entrar en el
refugio. Al principio eran golpes fuertes, tanto que el sonido iba
desde la cámara hermética de salida, atravesaba la zona de
purificación y el área de esparcimiento y llegaba hasta mí,
tumbada sobre la litera. Desde entonces los golpes se han repetido a
lo largo de todo el día de manera intermitente, pero tengo la
impresión de que cada vez se vuelven más débiles, como si las
fuerzas estuviesen abandonando a quien quiera que sea el que está
ahí fuera. Ahora mismo es casi de madrugada y han pasado unos veinte
minutos desde el último que escuché. Y ojalá no vuelva a
escucharlos. Todas las veces que los escucho es como si una estaca de
remordimiento se clavara en mi estómago. No sé si estoy haciendo lo
correcto dejando la puerta cerrada, pero no quiero exponerme al
veneno dejando entrar a cualquiera. Incluso a veces me sorprendo a mí
misma deseando que el gas actúe deprisa y acabe con esa persona de
fuera. ¿Eso me convierte en una mala persona?
jueves, 25 de junio de 2015
Diario (Tercera parte de siete)
Día 493.
Anoche no pude dormir. No podía
dejar de darle vueltas a todo. El panorama de ahí fuera, cómo está
todo ahora... No saber nada de Raquel... Y encima lo de ese crío que
me encontré... Todo ello se estancó en un revoltijo recurrente de
preocupación dentro de mi cabeza y no me dejó tranquila ni un
segundo. Traté de calmarme tomándome una infusión a eso de las
tres de la mañana, pero no me hizo gran cosa. Seguía pensando en el
día negro con el que me había topado cuando salí, y en el niño
moribundo tirado a un lado del camino. ¿De verdad que se ha acabado
el mundo así...? ¿Soy acaso la única que queda sin contaminar?
jueves, 18 de junio de 2015
jueves, 11 de junio de 2015
Diario (Primera parte de siete)
Día 491.
Esta mañana me he sentido muy
sola. ¿Cómo no? Echo de menos cómo era todo antes: las
conversaciones, la compañía..., incluso las discusiones. Añoro la
sensación de hablar con alguien y de que esa otra persona te escuche
y te responda. E incluso el hecho de asomarte por la ventana y ver
gente por la calle. Pero, por lo que parece, todo eso ya es cosa del
pasado. De hecho, en este sótano, ni siquiera tengo ventanas por las
que asomarme. Todo ha cambiado tanto en poco tiempo, y todo apunta a
que va a ser así permanentemente. Aun así, sigo intentando
contactar por radio con alguien, pero sigue sin haber nadie al otro
lado. Tan solo interferencias y ruido. Me niego a creer que soy la
única que queda y que solo tengo como compañía mi propio reflejo
en el espejo del cuarto de baño. No puede ser así. Me niego a
pensar que las explosiones acabaran con todo el mundo.
jueves, 4 de junio de 2015
Lo desconocido
Está en su dormitorio, tumbado
boca arriba y en silencio, quieto y con la mirada clavada en ese
punto diminuto que acaba de encontrar en el techo. Se fija en él y
parpadea, el único movimiento que realiza su cuerpo en ese instante.
Se pregunta qué será ese punto misterioso. A los pocos segundos,
tiene la sensación de que el punto se mueve. Parpadea varias veces
de nuevo e intenta fijarse mejor. El pequeño punto se desplaza
despacio, de un modo casi imperceptible. Pero se mueve. Suspira
profundamente y se deja llevar por la quietud del momento. Le da
igual que ese punto fuese una hormiga o una araña, porque, en ese
instante, en todo el universo, solo existe su conciencia alrededor de
ese punto minúsculo y móvil.
jueves, 28 de mayo de 2015
jueves, 21 de mayo de 2015
Monster Van
Felipe era un hombre tranquilo. A
sus cuarenta y cinco años de edad, por fin gozaba de cierta
estabilidad laboral. “Ya tocaba”, pensaba él, tras recordar cómo
había estado dando tumbos de un trabajo miserable a otro durante
toda su vida. Ahora, ya llevaba más de cinco años de encargado de
limpieza en la cadena de tiendas de moda “Valentina”, y Felipe
era feliz. No ganaba mucho, pero tampoco necesitaba mucho. Lo
suficiente para pagar el alquiler de su piso medio vacío, y para
mantener a su raquítico, desconsiderado y altivo gato pardo. Casi
sin percatarse de ello, su vida se fue acomodando en una rutina que,
lentamente, lo hizo olvidar esa desazón fruto del desconcierto de la
vida.
Sin embargo, aquella mañana de
martes algo descuadró su agenda: no encontraba la raqueta del
limpiacristales, de modo que se dirigió al bazar chino más cercano
y compró un juego completo de limpacristales para salir del paso
aquel día. Mientras se dirigía de vuelta a la tienda con la bolsa
de la compra realizada, alguien lo llamó desde un callejón:
―¡Hey, amigo! ―lo llamó un
hombre desde el final de aquella callejuela―. ¿Quieres ver un
monstruo de verdad?
jueves, 14 de mayo de 2015
Dolor
―Dale con el martillo ―le
dijo Martin a su novia Bernadette, con una sonrisa de complicidad―.
Tranquila, ten en cuenta que no está vivo ―le recordó al ver la
cara de susto de ella sosteniendo el martillo en alto.
jueves, 7 de mayo de 2015
Primeras palabras
Como todas las mañanas, Dave se
levantó como un resorte de la cama. Apresuradamente, y en silencio
absoluto, metió los pies en las pantuflas de dinosaurio y comenzó a
correr hacia el baño. Su frenética carrera de pasos estrepitosos
era amortiguada por la mullida moqueta del pasillo, y sus zancadas
retumbaron por toda la casa como aviso a sus padres de que el pequeño
Dave ya estaba despierto. A continuación, el desconsiderado portazo
los avisó también de que ya se estaba preparando para ir al
colegio.
miércoles, 29 de abril de 2015
Historia para llevar
Caminaba al mismo tiempo que
sostenía la hoja en su mano. Tenía algo de curiosidad por saber de
qué trataba aquella historia escrita en una hoja de papel tan
pequeña. A medida que iba leyendo, se fue percatando de que aquel
relato trataba sobre sí mismo, y contaba cada acción que estaba
sucediendo en aquel preciso momento. Justo entonces, casi como en un
acto reflejo, volvió la mirada y sonrió en busca de la complicidad
de alguien. Y, de repente, se paró a pensar. “Si esta historia
trata sobre mí y sobre lo que hago justo ahora, quizás si salto al
final y leo el último párrafo pueda predecir mi propio futuro”.
jueves, 23 de abril de 2015
Memoriam
[Nota del autor: Esta no es la historia que tenía pensada para esta semana. Pero cuando iba a ponerme a escribir, me puse a escuchar la canción "Memoriam", de "Russian Circles", y se me ocurrió esta otra historia, que tuve que escribir sobre la marcha.]
Está en lo alto del acantilado y
observa el mar oscuro abajo. Las aguas alborotadas destellan con el
brillo pálido de la luna llena y él se deja acariciar por el viento que
se apresura en las alturas del cielo de la noche clara. La busca, la
ve, la contempla en el agua. Sus ojos desesperados y solitarios
comienzan a agitarse nerviosos al tiempo que unen entre sí los
destellos sobre la superficie del mar. Y allí aparece su rostro, su
hermoso rostro. La cara de la chica que lo enamoró, dibujado sobre
el mar iluminado de noche con los brillos de la luna.
jueves, 16 de abril de 2015
La dama del cementerio
[Cuento escrito en colaboración con Casiopea Shine]
Hace tiempo, vivió
una joven chica en un país lejano del que ya nadie recuerda el
nombre. Ella se enamoró de un cazador muy guapo. Ellos fueron
felices durante cinco años, pero, un día, el cazador se acostó con
una mesonera y rompió el corazón de la joven chica. La pobre
muchacha se encerró en la casa sin querer salir. Su vida, poco a
poco, se fue apagando hasta que, al final, ella murió.
jueves, 9 de abril de 2015
Nota del autor: ¡Hola!
¡Muy buenas a todos!
Me imagino que alguno se habrá dado cuenta de que la semana pasada no subí contenido nuevo al blog. El motivo fue que me tomé unas improvisadas vacaciones de Semana Santa. Así que, para compensar, esta semana subo una nueva "Imagen con latido", que sirve como adelanto de la historia de la semana que viene.
¡Un abrazo para todos! ¡Y muchas gracias por estar ahí!
Aio
Me imagino que alguno se habrá dado cuenta de que la semana pasada no subí contenido nuevo al blog. El motivo fue que me tomé unas improvisadas vacaciones de Semana Santa. Así que, para compensar, esta semana subo una nueva "Imagen con latido", que sirve como adelanto de la historia de la semana que viene.
¡Un abrazo para todos! ¡Y muchas gracias por estar ahí!
Aio
Boda de ladrones (Quinta parte de cinco)
La silueta de Kayra se alzaba
esbelta en la esquina de la alta azotea. Erguida y con la cabeza en
alto, se bajó la capucha y dejó que el viento de la madrugada
removiera su melena negra. Permanecía quieta y sin ni siquiera
alterarse lo más mínimo por la terrible caída que se abría a unos
escasos milímetro de la punta de su calzado. Tomó aire y movió la
cabeza, en un intento vano de colocarse las cervicales, pero su
mirada se mantuvo fija en las alturas, hacia el frío brillo de la
luna que se reflejaba en sus ojos llorosos.
jueves, 26 de marzo de 2015
Boda de ladrones (Cuarta parte de cinco)
“¿Por qué haces esto?”, oyó
decir Hanzo. Este frunció el ceño y dejó de apartar la tierra
sobre la tapa del ataúd de madera sobre el que estaba de rodillas.
Alzó la mirada hacia lo alto y vio a Kayra de pie al borde de la
zanja que él acababa de cavar en la húmeda tierra del cementerio.
La joven lo miraba en silencio, con la pala del enterrador apoyada
sobre el hombro derecho.
jueves, 19 de marzo de 2015
Boda de ladrones (Tercera parte de cinco)
La pareja de ladrones se deslizó
sigilosamente por la cuerda hasta que las suelas acolchadas se
encontraron con las húmedas briznas de hierba ocultas bajo la bruma
del siniestro lugar. Kayra desenganchó la cuerda de lo alto del muro
y cogió el gancho al vuelo en su caída. La chica se movía rápido
y en silencio, con su esbelto cuerpo bajo la tela negra que la
ocultaba en las sombras como si se tratara de una proyección fuera
de todo tiempo y espacio. Hanzo se arrodilló tras la primera piedra
que encontró, sintió la piedra fría humedeciéndole las puntas de
los dedos que sobresalían de sus mitones. El tacto le erizó la
piel, y poco tardó en bajar la mirada y toparse con el nombre
inscrito en la superficie. Se había escondido tras una tumba, y, más
allá, era lo único que podía ver: un ejército de lápidas
torcidas sobresaliendo de un mar de niebla baja. Hanzo apretó los
dientes y frunció el ceño. Todavía no terminaba de entender cómo
Kayra lo había convencido de hacer algo que en realidad no deseaba.
jueves, 12 de marzo de 2015
Boda de ladrones (Segunda parte de cinco)
Hanzo no supo cómo reaccionar.
¿Kayra lo estaba diciendo en serio? ¿De verdad quería casarse con
él?
jueves, 5 de marzo de 2015
Boda de ladrones (Primera parte de cinco)
La noche era plateada y serena.
La luna llena iluminaba con tal intensidad que parecía querer
rivalizar con la luz de su hermano sol. Allá arriba, desde su reino
estrellado de las alturas, el satélite nocturno había sido testigo
ruborizado del éxtasis amoroso de aquella pareja, oculta a plena
vista en una azotea cualquiera de la aldea; entre tejados de tejas y
gatos furtivos, pero lejos de los ojos indiscretos del pueblo
durmiente. Ambos amantes estaban acostados bajo la manta y, a un lado
de ellos y apoyados en el muro, estaban sus pertrechos: ropas oscuras
con capucha, guantes, cuerdas, ballestas, ganchos... Nada de aquello
había hecho falta para librar la dulce batalla que acababan de
terminar. Yacían boca arriba, mientras él deslizaba sus dedos
bailarines sobre la erizada piel del hombro de ella. Con la mirada
perdida en la multitud de estrellas, los dos guardaron silencio,
disfrutando de la quietud de la noche, y del poderoso latir de ambos
corazones, extenuados tras haberse regalado con pasión caricias,
besos, y algunos placenteros arañazos.
jueves, 26 de febrero de 2015
Viento
―¿De dónde ha salido toda esa
sangre?
Aunque el vaivén de la luz de la
sirena iluminaba los árboles de los lados de la carretera de
montaña, en el interior del vehículo tan solo alumbraba el débil
bombillo de la luz del techo. Desde el asiento trasero del coche
patrulla, el detenido esposado miraba a través del espejo retrovisor
a su interrogador. Su mirada era tímida y fija, estática por debajo
de las cejas empapadas de sangre. Aquellos ojos celestes del muchacho
desprendían una inocencia inusitada para alguien con multitud de
lamparones de sangre en cada centímetro de su ropa, empapada por
doquier de un color rojo oscuro, ya casi marrón. El joven dejó que
pasaran los segundos y se limitó a seguir guardando silencio y a
continuar observando al agente por el espejo.
jueves, 19 de febrero de 2015
Mi castillo
Mi castillo está indefenso y manchado de sangre. Mi castillo está
sólo en una llanura inabarcable. Y yo me encuentro en medio de dos
infinitos, entre la nada de un yo que no se encuentra y mi castillo
destartalado. Sentado con las piernas cruzadas, lo contemplo desde la
distancia. Destrozado, humeante, roto y partido. Me gusta mi
castillo, me gusta cómo lo has dejado.
jueves, 12 de febrero de 2015
Grietas en el cielo (Tercera parte de tres)
“No es buena idea subir”, le
confesó Sonia, dejando lentamente atrás la sonrisa de alegría que
había lucido segundos antes. De ella solo quedó un tenue brillo de
alegría en los ojos, que contrastaba con la mueca indecisa de una
boca que no sabía como interpretar la mirada fija de Atelier en la
azotea del edificio. Allí arriba, la grieta del cielo derribada
parecía derretirse y verter su vacío líquido sobre lo alto del
rascacielos en ruinas.
jueves, 5 de febrero de 2015
Grietas en el cielo (Segunda parte de tres)
“No debió haber venido”,
pensó Atelier, todavía a cubierto tras el muro mohoso y con la
mirada fija hacia el lado contrario al de Sonia. Estaba convencido de
que su carga de responsabilidad de aquella mañana se había
duplicado, ya que ahora Atelier no solo tenía que llevar a cabo el
ataque con éxito, sino que además tenía que preocuparse de que no
mataran a la novia de su amigo Eric.
jueves, 29 de enero de 2015
Grietas en el cielo (Primera parte de tres)
El lanzacohetes que portaba a la
espalda pesaba más de lo que había pensado en un principio, y ya no
quedaba rastro alguno de la terrible sensación de extrañeza cuando
se vio forzado a sujetar un arma por primera vez. Dicha sensación de
peligro había quedado muy atrás, dando paso a una terrible
familiaridad hacia aquellos instrumentos de muerte que Atelier se
veía forzado a usar día tras día. El plan de aquella jornada era
claro: el lanzacohetes resultaba fundamental para tratar de asestar
el primer golpe al enemigo.
jueves, 22 de enero de 2015
Flora (Tercera parte de tres)
Flora sacó una bolsa de plástico del bolso. Era pequeña y con cierre
hermético. El padre de la muchacha entornó los ojos, tratando de
identificar aquellos pequeños puntos verdosos que se encontraban en
el interior.
jueves, 15 de enero de 2015
Flora (Segunda parte de tres)
Su padre, incrédulo ante lo que
acababa de escuchar, se separó lentamente en el abrazo a su hija y
la miró a través de sus lágrimas con gesto de incomprensión.
―¿Cómo que has encontrado a
“otro como tú”?
jueves, 8 de enero de 2015
Nota del autor: Imágenes con latido
¡Muy buenas a todos!
Aquí estoy de vuelta con más historias que contar. Sin embargo, quería anunciar que la sección de "Imágenes con latido" va a perder su frecuencia de una a la semana. Mi plan es llegar a las cien imágenes, de modo que las que faltan irán llegando a medida que las vaya terminando.
En cuanto a las historias, mantendré la rutina de una a la semana cada jueves. Hoy tenéis la primera parte de "Flora". Espero que os guste.
¡Muchas gracias a todos!
Aio
Aquí estoy de vuelta con más historias que contar. Sin embargo, quería anunciar que la sección de "Imágenes con latido" va a perder su frecuencia de una a la semana. Mi plan es llegar a las cien imágenes, de modo que las que faltan irán llegando a medida que las vaya terminando.
En cuanto a las historias, mantendré la rutina de una a la semana cada jueves. Hoy tenéis la primera parte de "Flora". Espero que os guste.
¡Muchas gracias a todos!
Aio
Flora (Primera parte de tres)
El anciano abrió la puerta todo
lo rápido que le permitió la mano que no apoyaba en el bastón. A
través de la mosquitera de la puerta abatible, se conmovió al
contemplar el rostro angelical de su hija, que en aquel momento le
regalaba una de las sonrisas más hermosas que el viejo había visto
en toda su larga y sacrificada vida. Ya habían pasado casi veinte
años desde la última vez que sus ojos habían podido deleitarse con
la dulce sonrisa de su querida hija. Y ahora estaba justo allí,
delante de él, de vuelta en la granja de su padre.
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