jueves, 31 de julio de 2014

Imagen con latido (74): Ella lo arreglará todo


Efecto dominó

El perro se quedó quieto con la mirada clavada en los faros del vehículo que acababa de detenerse a apenas unos centímetros de su hocico. Mike dio un golpe con la mano en el volante cuando por fin se detuvo el coche, y tranquilizó a su novia, que todavía mantenía los ojos cerrados temerosa de que hubiesen aplastado al animal indefenso. “No pasa nada, Moira”, la consoló él. “Mira, ya se va”. El perro retomó su marcha y se dirigió a la acera más próxima, controlando como podía el temblor de sus cuartos traseros. “¿Por qué camina así?”, preguntó ella. “Se ha llevado un buen susto, nada más. Pero está bien”. “Pobre animal”, concluyó la chica, con tristeza.

jueves, 24 de julio de 2014

Imagen con latido (73): De paseo


Ojos negros, colmillos blancos (Segunda parte de dos)

La clara luz de la luna llena se colaba por las rendijas de las paredes destrozadas. Me quedé quieta, de pie, respirando el fresco aire nocturno mezclado con la nube de polvo que había levantado con mi salto. Fuera de aquella sala, el canto de los grillos escondidos en el follaje marcaba el paso del tiempo con su melodía repetitiva. Mi corazón se acompasó con su ritmo y dejé que las emociones llegaran sin ponerles ningún tipo de cortapisa. Estaba nerviosa, pues estaba desobedeciendo la advertencia del Hacedor. Mis patas estaban pisando territorio vedado y peligroso. Me mantuve alerta y agudicé los sentidos. Con sigilo, me agaché y luego me refugié en la primera esquina que encontré. Allí, esperé un buen rato, a la espera de que algo hostil y desconocido viniera a por mí. Pero la noche avanzaba con la misma parsimonia del canto del grillo, y no llegó a suceder nada. Aun así, mantuve la cautela y decidí explorar un poco más aquella sala de tiempos pasados.

jueves, 17 de julio de 2014

Imagen con latido (72): Ojos negros, colmillos blancos


Ojos negros, colmillos blancos (Primera parte de dos)

Esta noche me he vuelto a escabullir. El corazón todavía me late deprisa, pero al final he conseguido regresar a tiempo, antes de que se diera cuenta de que yo faltaba. Supongo que aún no ha hecho su ronda y dentro de poco volveré a escuchar sus pasos ensordecedores retumbando en las alturas vertiginosas de la sala. Vendrá y echará un vistazo, como todas las noches, para asegurarse de que no falte ninguna de nosotras. Yo me haré la dormida, como llevo haciendo desde hace hace siete lunas. Hasta la fecha, el truco funciona. Él es demasiado grande y yo solo soy una más de las tantas hijas que almacena por las noches en las altas estanterías de su palacio.

jueves, 10 de julio de 2014

Imagen con latido (71): Cosechadora roja


Nido de arañas

El surco que había dejado sobre la tierra terminaba justo en la boca de aquel agujero en la ladera, a los pies de la arboleda mustia y deshojada. Se trataba del rastro evidente de un cuerpo que había sido arrastrado a la fuerza. A lo largo del recorrido, se podían encontrar marcas de pataleos y golpes de talón, señal inequívoca de que Geomi se había resistido. Sin embargo, las huellas que más desconcertaban a Seoum eran las de las innumerables patas diminutas que había alrededor.

jueves, 3 de julio de 2014

Imagen con latido (70): Insomnio


Diálogo con la conciencia

Dime, conciencia mía, ¿por qué estoy haciendo esto? ¿Por qué estoy a punto de acometer una de las tareas más aterradoras de mi vida?