Día 494.
No he podido abrir la compuerta
exterior. Bueno, en realidad, no he sido capaz de hacerlo. Los golpes
que escuché anoche eran reales, como si alguien golpease la
compuerta con un tubo de hierro para que lo dejara entrar en el
refugio. Al principio eran golpes fuertes, tanto que el sonido iba
desde la cámara hermética de salida, atravesaba la zona de
purificación y el área de esparcimiento y llegaba hasta mí,
tumbada sobre la litera. Desde entonces los golpes se han repetido a
lo largo de todo el día de manera intermitente, pero tengo la
impresión de que cada vez se vuelven más débiles, como si las
fuerzas estuviesen abandonando a quien quiera que sea el que está
ahí fuera. Ahora mismo es casi de madrugada y han pasado unos veinte
minutos desde el último que escuché. Y ojalá no vuelva a
escucharlos. Todas las veces que los escucho es como si una estaca de
remordimiento se clavara en mi estómago. No sé si estoy haciendo lo
correcto dejando la puerta cerrada, pero no quiero exponerme al
veneno dejando entrar a cualquiera. Incluso a veces me sorprendo a mí
misma deseando que el gas actúe deprisa y acabe con esa persona de
fuera. ¿Eso me convierte en una mala persona?
Y entonces se me ocurre que
quizás sea Raquel la que está pidiendo mi ayuda. ¿Y si es ella y
estoy ignorando su llamada de socorro? He tratado de prestar toda la
atención posible, incluso pegando la oreja al grueso metal reforzado
de la compuerta exterior, pero apenas consigo escuchar su voz. En
ocasiones el murmullo que llego a percibir me recuerda a una voz
femenina, a la voz de Raquel, pero con un tono cansado y asfixiado.
Otras veces se me parece más a una voz aniñada y pienso que podría
tratarse del niño infectado del camino. Hasta puede tratarse de una
persona completamente desconocida, completamente nueva, y yo no
tendría modo de saber si esa persona es de fiar, y no lo descubriría
hasta que fuese demasiado tarde para mí.
Quizás podría dejar entrar a
esa persona y hacerla pasar por las duchas purificadoras. Pero, ¿y
si abro y se niega? ¿Y si resulta que descubre que está infectada y
se vuelve agresiva? ¿Y si se niega a estar en cuarentena? No..., es
demasiado peligroso abrir. Y tan solo quedan unos seis meses para que
se cumpla el plazo y la nube de gas se haya disipado. O al menos eso
es lo que nos dijeron a todos... No puedo exponerme, no puedo poner
en peligro mi vida por una duda.
Ya han vuelto los golpes para
torturarme. Ahora parecen más cansados y espaciados en el tiempo.
Por los Altos, estoy dejando que esa persona muera y yo estoy aquí
quieta escribiendo un estúpido diario. Pero si abro la puerta,
entonces...
Raquel, ¿y si eres tú?
La única forma de salir de dudas
es abrir esa dichosa compuerta...
La única forma de saber quién
es... Quizás sea eso lo que me atormenta, la incertidumbre de no
saber de quién se trata, la posibilidad terrible de que sea mi amiga
pidiendo socorro.
Estoy demasiado confusa. Yo...
estoy harta de escribir.
Hasta mañana, diario
[…]
Vale, me he puesto uno de los
trajes de protección. Ahora mismo son las dos de la mañana. El
remordimiento pudo conmigo y acerqué la oreja a la compuerta otra
vez. No sé si fue fruto de mi imaginación, pero he distinguido unos
débiles gimoteos desde fuera. No aguanto más. Tengo que abrir la
compuerta y descubrir quién es. Si es Raquel... la voy a dejar
entrar y la haré pasar por las duchas purificadoras. Ella
colaborará, estoy segura. Pero si no es ella y es alguien
desconocido..., tengo un plan. Tan solo necesito un walkie talkie,
unas barritas energéticas, agua... y algo para defenderme. Por si la
cosa se tuerce.
Hasta mañana, diario.
O eso espero.
Hola Aio!
ResponderEliminarEsta semana me he retrasado un pelín :P Sorry...
Un capítulo cargado de incertidumbre. Aunque parece que se ha dedicido a abrir. Me pregunto quién será... Y como ya has subido la quinta parte, pues me voy a leerla y así salgo de dudas, jeje
Hasta ahora! :D
¡Hola, Carmen!
Eliminar¡No te preocupes ni te disculpes! Para mí, que leas mis historias es un lujazo, lo hagas en el momento que lo hagas.
Me alegro de que te guste cómo se está desarrolando la historia. La prota está un poco hecha un lío... :P
¡Un abrazo fuerte! ¡Nos seguimos leyendo!