jueves, 19 de marzo de 2015

Boda de ladrones (Tercera parte de cinco)

La pareja de ladrones se deslizó sigilosamente por la cuerda hasta que las suelas acolchadas se encontraron con las húmedas briznas de hierba ocultas bajo la bruma del siniestro lugar. Kayra desenganchó la cuerda de lo alto del muro y cogió el gancho al vuelo en su caída. La chica se movía rápido y en silencio, con su esbelto cuerpo bajo la tela negra que la ocultaba en las sombras como si se tratara de una proyección fuera de todo tiempo y espacio. Hanzo se arrodilló tras la primera piedra que encontró, sintió la piedra fría humedeciéndole las puntas de los dedos que sobresalían de sus mitones. El tacto le erizó la piel, y poco tardó en bajar la mirada y toparse con el nombre inscrito en la superficie. Se había escondido tras una tumba, y, más allá, era lo único que podía ver: un ejército de lápidas torcidas sobresaliendo de un mar de niebla baja. Hanzo apretó los dientes y frunció el ceño. Todavía no terminaba de entender cómo Kayra lo había convencido de hacer algo que en realidad no deseaba.


De acuerdo ―dijo ella, agachándose tras Hanzo, ya con la cuerda recogida alrededor de su pecho―. Tenemos vía libre, no hace falta que nos escondamos. El enterrador ni está, ni se le espera, pero esa historia ya te la contaré otro día.

Hanzo se quedó quieto y se mantuvo callado. Ella le dio unos golpecitos en la espalda para que la siguiera, pero él ni se inmutó. La chica se detuvo después de dar el primer paso e hizo un gesto a Hanzo sin comprender por qué este no se movía.

Somos ladrones, Kayra, no saqueadores de tumbas.

¿No me querías demostrar que de verdad me quieres? Pues demuéstramelo consiguiendo ese anillo. A ella ya no le hace falta.

Esto no está bien, Kayra. Me estás forzando a hacer algo que no quiero... que no comparto.

De eso se trata, Hanzo. Estoy comprobando lo lejos que eres capaz de llegar por mí. Quiero ver si eres capaz de cualquier cosa por mí. Menos no me vale. Menos es insuficiente para mí.

El ladrón estaba desconcertado. Sabía que si abandonaba su escondite tras la lápida, ya no habría marcha atrás.

¿Y si tan solo me estás utilizando?

Kayra puso los brazos en jarra y dio un resoplido.

¿Pero qué dices?

¿Y si lo de robar el cetro es todo una mentira y tan solo deseas que robe ese anillo para ti?

Oye, Hanzo, deja de poner excusas, ¿quieres? O lo haces o no lo haces, pero deja de darle vueltas. Entonces, ¿vas a conseguirme ese anillo para que podamos luego robar el dichoso cetro?

La voz de la conciencia de Hanzo le chillaba que diese media vuelta y saliese de allí, pero el joven ladrón no le hizo caso y se puso de pie tras la lápida.

Vas a fastidiarme la vida, Kayra. Lo sabes, ¿verdad?

Lo sé, pero empiezo a pensar que me quieres, y que no puedes evitarlo ―y ella se giró, le dijo que la siguiera con el dedo índice y comenzó a caminar entre las lápidas contoneando su cintura. Hanzo miró a ambos lados, desconfiado, y siguió los pasos de ella.

Es aquí”, dijo tras una breve caminata. Ambos se detuvieron delante de una tumba. “La dama del cementerio”, leyó Hanzo sobre la lápida.

¿Y ahora qué? ―preguntó él.

Kayra se sentó a los pies de una estatua de un ángel, cruzó las piernas y no apartó la vista de él.

Dicen que la pobre mojigata de ahí debajo se murió de amor cuando su marido le fue infiel... Yo quiero su anillo. Consíguemelo, y entonces sabré que de verdad me quieres.

¿Y cómo se supone que voy a hacer eso?

Kayra se encogió de hombros.

A ver si eres un ladrón con recursos.

2 comentarios:

  1. Ui, qué cortito se me ha hecho...

    Pobre, me da un poco de lástima Hanzo. No creo que esté bien que tenga que demostrar que la quiere de esta forma, ¿no? Me empieza a caer un poco mal Kayra, la verdad. ¿Y por qué está tan obsesionada con el anillo de la mujer?

    Ui ui ui... mira que si están robando y sale el fantasma de la mujer... >_< ¡No lo quiero ni pensar! (Es que los fantasmas no me gustan nada jeje soy una miedica)

    Bueno Aio, pues me quedo a la espera del siguiente. Cada vez me gusta más la historia. ¡Ah! Y gracias por preocuparte por mis uñas ;) ¡Un abrazo muy fuerte!

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    1. ¡Hola, Carmen! Como siempre, muchas gracias. La verdad es que Kayra es un poco manipuladora, y Hanzo un poco maleable. Y la historia de la dama del cementerio la contaré próximamente en el blog. ;)

      ¡Un abrazo muy fuerte, Carmen! ¡Y pasa una buena semana! :D

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