jueves, 27 de diciembre de 2012

Lía

La pequeña Lía sostenía el cuchillo apuntando hacia abajo justo delante del pecho. Lo apretaba contra las pieles que la abrigaban como si, en lugar de ser un filo cortante, se tratase de un escudo de hierro. Su respiración era acelerada y el vaho que salía de su boca se esfumaba repentinamente a causa de las rachas de viento. Lía estaba asustada, tanto que hizo ademán de retroceder.

jueves, 20 de diciembre de 2012

El juramento del caballero

“Princesa, ante vos postro mi rodilla. Ante vos postro mi cuerpo. Ante vos postro mi voluntad, mis sueños y mi espíritu. A vos me debo por completo, y nada ni nadie distraerá mi atención. No defenderé ningún estandarte, ninguna corona, ninguna bandera, ni ningún muro congelado en el norte. En este mismo instante, pasáis a convertiros en el centro de mi universo, en la raíz de mis cimientos, en los limites mismos de mi realidad. Os consagro mi mundo y mi vida. No había nada antes, y no hay nada más allá de vos. Para este caballero arrodillado, solo existís vos; su todo, su esencia, su aliento y su misma razón de ser.

jueves, 13 de diciembre de 2012

Buitre curioso

Bajó la vista y recorrió con la mirada la pared lisa y recta del acantilado. Una ráfaga de viento lo alcanzó de lleno y agitó violentamente su pelo. Mientras pendía desnudo sobre el vacío, trató de atisbar el fondo, más allá de los dedos de sus pies, pero solo encontró la insondable sima oscura. Su cuerpo osciló en el aire movido por la fuerza del viento, y luego él volvió a apoyar la frente en la pared para evitar el mareo. Afianzó su mano derecha en las raíces enredadas en sus dedos y suspiró. Hizo acopio de fuerzas para seguir aguantando.

jueves, 6 de diciembre de 2012

Paraíso

[Esta historia se me ocurrió mientras escuchaba la canción "Finality", del grupo Woods of Ypres. Recomiendo escucharla después de la lectura].
Todo era negro. El cielo, el suelo, el mismísimo aire. Mirase dónde mirase, Leo solo podía contemplar la inmensidad oscura perdiéndose en el infinito. Sus ojos se desorientaron, incapaces de posarse sobre alguna forma reconocible. Se llevó una mano al rostro y trató de recordar cómo había llegado allí. El tiempo pasó casi sin que se diera cuenta. Cuando recordó lo que le había sucedido, distinguió una figura resplandeciente a unos pasos de distancia.