jueves, 15 de octubre de 2015

Sujeto de prueba 001 (Primera parte de siete)

Día 0, lunes, 7 de mayo del 2035.
Signos vitales:
Temperatura: 35,7 ºC.
Pulso: 85.
Presión arterial: 117 / 75.


Vale... Gracias. Un miembro del equipo me ha medido las constantes vitales y acaba de darme esta grabadora. Supongo que ahora tengo que seguir grabando cómo me voy encontrando a lo largo del experimento. Aquí me han dado también una hoja que pone lo que tengo que decir... Joder, esto se me da fatal. Y encima odio escuchar mi voz cuando la graban. En fin... Vale, tengo que presentarme primero. Eso es fácil. Me llamo Fabio Dolmec, tengo treinta y siete años, vivo aquí, en Soreentia capital, y actualmente me encuentro desempleado. Por eso me presto a este tipo de pruebas en las que juguetean un poco con la mente de.. Espera, alguien entra... ¿Qué? Sí, ya lo estoy grabando, justo ahora. Sí, descuide. Me lo estoy tomando en serio. Vale. Sí. No hay problema.

Bueno, al parecer el tío de antes me estaba escuchando y quiere que sea más... riguroso y menos informal. Lo intentaré. Ellos son los que pagan, al fin y al cabo. A ver qué más pone en el papel este. Vale, tengo que decir mi orientación sexual, es decir, heterosexual no practicante... Vale, tengo que tomármelo en serio, lo siento. Soy heterosexual, actualmente no tengo pareja y hará cosa de año y medio que no tengo relaciones sexuales... con otra persona. Y... ya está. Ya he dicho toda la información personal que me piden. Ahora aquí pone que tengo que decir dónde estoy, en qué momento del experimento me encuentro y describir mi estado emocional y físico.

En fin, ahí va. Primero, decir que estoy en las instalaciones de los laboratorios Bellum de Soreentia. ¿Por qué? Pues porque me he prestado voluntario para un experimento psicológico. El anuncio ponía que iba sobre el comportamiento humano. No es la primera vez que me presto voluntario para unos experimentos. Normalmente, te cogen y te atan con electrodos a una máquina mientras te enseñan un vídeo de sexo o de violencia, u otras veces te dan una pastilla y te piden que rellenes un test o hagas un rompecabezas. Lo típico. Pero esta vez es distinto. Me han dicho que no van a hacer nada de eso. Todavía no me han dicho de qué va todo esto, únicamente me han hecho firmar una pila de documentos que dicen que me presento voluntario y que libran a la empresa de cualquier responsabilidad legal en el caso de que algo salga mal. La verdad es que es la primera vez que me hacen firmar tantos papeles, pero también será la primera vez que me paguen dos mil pavos por una semana de pruebas.

¿Qué más? Ah, sí, en qué momento del experimento me encuentro. Pues, todavía no ha empezado. Estoy sentado en una sala vacía, que se parece a la típica sala de interrogatorios de las comisarías de las pelis. Hay hasta un espejo y todo. Seguro que es uno de esos falsos espejos, y hay cámaras grabando desde el otro lado. Ahora estoy solo aquí, aunque se oyen pasos rápidos que van y vienen por el pasillo de fuera. Entre eso y lo de hablar en voz alta con una grabadora hacen que todo sea... raro.

Lo que me lleva al último punto de mi monólogo. Cómo estoy y cómo me siento. Físicamente, estoy bien. Hace una semana estaba un poco acatarrado, pero ya me he recuperado. Sin embargo, empiezo a sentirme incómodo aquí. Lo de firmar todos esos documentos, con tantos párrafos de palabrería legal incomprensible, y lo de estar hablando ahora a solas en voz alta me han puesto un poco nervioso. Probablemente mis pulsaciones hayan aumentado algo en este rato. Además, la espera y no saber de qué va exactamente todo esto no me ayudan a tranquilizarme. Creo que me calmaré un poco cuando termine de grabar y me someta al dichoso experimento de una vez por todas.

En fin, me han dicho que el seguimiento durará toda una semana, aproximadamente. Pero no hace falta que me quede en el laboratorio. Puedo hacer vida normal, ya que la prueba en sí se llevará a cabo aquí hoy, según termine de grabar esto. Y los efectos de la prueba se comprobarán a lo largo de esa semana que pase luego. Además, durante esa semana, debo hacer una grabación cada día antes de acostarme. Así que supongo que la siguiente la haré mañana por la noche. Y ya podré contar de qué va todo esto y cómo me siento. En fin, vamos a por ello. Dentro de una semana seré dos mil pavos más rico.

Hasta mañana, amiguita grabadora.

2 comentarios:

  1. ¡Hola Aio!

    Antes de nada, disculparme por la tardanza en pasarme por aquí. La verdad es que me faltan horas a lo largo del día, y digamos que mi situación personal tampoco ayuda jeje

    ¡Qué comienzo! Me ha encantado. Dejas al lector con todas las expectativas a flor de piel ^^ Un experimento fuera de lo normal, un tipo que parece normal y que se presta a ello por el dinero... En fin, una historia cuyo comienzo ¡ya promete! Me ha gustado mucho tu forma de narrarlo. El tipo me cae bien.

    Y como la parte dos ya está, pero ahora no me da tiempo leerla porque me he de ir, luego después a ver si la puedo continuar. ¡Enhorabuena, escritorazo! ^^ Un besazo bien grande :D ¡Ah! Espero que el temporal que ha azotado las islas no os hayan afectado demasiado. Para que luego digan que el cambio climático es un cuento... En fin, ya se lo encontrarán :( ¡Hasta luego, Aio!

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    1. ¡Hola, Carmen!

      De nuevo, muchísimas gracias por tus palabras. Leer tus comentarios animan a seguir adelante.

      Espero que las próximas partes de la historia también te gusten, y no te preocupes si no puedes leerlas. La verdad es que últimamente yo tampoco dispongo de demasiado tiempo. Y tengo muchas ganas de ponerme al día con las historias de tu blog.

      ¡Un abrazo bien fuerte para ti! ¡Nos seguimos leyendo! Muchos besos.

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