El coche avanzaba despacio y sin
apenas hacer ruido. El motor ronroneaba suavemente mientras la goma
de los neumáticos recorría el sucio asfalto de la calle trasera del
gimnasio del distrito. La luz naranja de las farolas iluminaba la
dañada carrocería del pequeño utilitario azul, que iba entre
sombras y luces. Con más kilómetros a sus espaldas que cuidados por
parte de su dueño, la maquinaria funcionaba, siempre diligente y sin
averías. La dirección giró suavemente y el coche se detuvo delante
de la valla de alambre. En el interior del coche, Ezra bajó la
cabeza para comprobar por la ventanilla la altura del vallado. Tenía
unos cuatro metros y los tubos de soporte terminaban con un saliente
inclinado hacia fuera con alambre de espino entre ellos. Ezra suspiró
y miró a su hermana, sentada en el asiento del copiloto. Ella ya se
había puesto las protecciones en codos y rodillas y estaba
terminando de ajustarse la correa del casco debajo de la barbilla.
Contenido
- Boda de ladrones
- Cielo cromado
- Claudio
- Diario
- Dormiré contigo
- Edith
- El fin
- El manantial
- El testamento del dragón
- En busca de
- Flora
- Grietas en el cielo
- Historias con latido
- Historias cortas
- Imágenes con latido
- La mansión
- La nueva vida de Dana
- Lady Noche
- Lágrimas de sueño
- Lana Mandala
- Las cuatro insidiosas
- Latidos de libreta
- Llantos
- Mariposas en las paredes
- No se lo digas a mi hija
- Notas del autor
- Ojos negros colmillos blancos
- Sujeto de prueba 001
- Zona en obras
jueves, 30 de junio de 2016
jueves, 23 de junio de 2016
Edith: miedo
Edith se acomodó en el sofá y
miró a su hermano con cara de no dar crédito a lo que acababa de
escuchar.
jueves, 16 de junio de 2016
Edith: conversación
―¡Pero qué dices! ―Ezra se
llevó las manos a la cabeza. Mientras, su hermana examinaba el móvil para asegurarse de que él no había grabado
ningún vídeo de ella volando por el salón. Ezra no comprendía por
qué ella prefería guardar en secreto su don recién descubierto―.
Eso que puedes hacer puede solucionar tu vida... nuestra vida. Serás
famosa. ¿De verdad que no quieres que nadie sepa esto?
jueves, 9 de junio de 2016
Edith: reacción
La intensa emoción que sintió
Edith le hizo perder la concentración y sus pies volvieron a tocar
el suelo.
jueves, 2 de junio de 2016
Edith: despertar
―¡Pero si estás bien! ¿Se
puede saber entonces a qué vino lo de antes? De verdad, espero que,
sea lo que sea, merezca la pena ―fue lo que dijo Ezra al atravesar
la puerta de entrada―. No sé a qué viene tanta urgencia. Podrías
haberme contado algo con un mensaje en vez de dejarme en ascuas y
hacerme venir todo el camino hasta aquí.
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