Contenido
- Boda de ladrones
- Cielo cromado
- Claudio
- Diario
- Dormiré contigo
- Edith
- El fin
- El manantial
- El testamento del dragón
- En busca de
- Flora
- Grietas en el cielo
- Historias con latido
- Historias cortas
- Imágenes con latido
- La mansión
- La nueva vida de Dana
- Lady Noche
- Lágrimas de sueño
- Lana Mandala
- Las cuatro insidiosas
- Latidos de libreta
- Llantos
- Mariposas en las paredes
- No se lo digas a mi hija
- Notas del autor
- Ojos negros colmillos blancos
- Sujeto de prueba 001
- Zona en obras
jueves, 31 de julio de 2014
Efecto dominó
El perro se quedó quieto con la
mirada clavada en los faros del vehículo que acababa de detenerse a
apenas unos centímetros de su hocico. Mike dio un golpe con la mano
en el volante cuando por fin se detuvo el coche, y tranquilizó a su
novia, que todavía mantenía los ojos cerrados temerosa de que
hubiesen aplastado al animal indefenso. “No pasa nada, Moira”, la
consoló él. “Mira, ya se va”. El perro retomó su marcha y se
dirigió a la acera más próxima, controlando como podía el temblor
de sus cuartos traseros. “¿Por qué camina así?”, preguntó
ella. “Se ha llevado un buen susto, nada más. Pero está bien”.
“Pobre animal”, concluyó la chica, con tristeza.
jueves, 24 de julio de 2014
Ojos negros, colmillos blancos (Segunda parte de dos)
“La clara luz de la luna llena
se colaba por las rendijas de las paredes destrozadas. Me quedé
quieta, de pie, respirando el fresco aire nocturno mezclado con la
nube de polvo que había levantado con mi salto. Fuera de aquella
sala, el canto de los grillos escondidos en el follaje marcaba el
paso del tiempo con su melodía repetitiva. Mi corazón se acompasó
con su ritmo y dejé que las emociones llegaran sin ponerles ningún
tipo de cortapisa. Estaba nerviosa, pues estaba desobedeciendo la
advertencia del Hacedor. Mis patas estaban pisando territorio vedado
y peligroso. Me mantuve alerta y agudicé los sentidos. Con sigilo,
me agaché y luego me refugié en la primera esquina que encontré.
Allí, esperé un buen rato, a la espera de que algo hostil y
desconocido viniera a por mí. Pero la noche avanzaba con la misma
parsimonia del canto del grillo, y no llegó a suceder nada. Aun así,
mantuve la cautela y decidí explorar un poco más aquella sala de
tiempos pasados.
jueves, 17 de julio de 2014
Ojos negros, colmillos blancos (Primera parte de dos)
“Esta noche me he vuelto a
escabullir. El corazón todavía me late deprisa, pero al final he
conseguido regresar a tiempo, antes de que se diera cuenta de que yo
faltaba. Supongo que aún no ha hecho su ronda y dentro de poco
volveré a escuchar sus pasos ensordecedores retumbando en las
alturas vertiginosas de la sala. Vendrá y echará un vistazo, como
todas las noches, para asegurarse de que no falte ninguna de
nosotras. Yo me haré la dormida, como llevo haciendo desde hace hace
siete lunas. Hasta la fecha, el truco funciona. Él es demasiado
grande y yo solo soy una más de las tantas hijas que almacena por
las noches en las altas estanterías de su palacio.
jueves, 10 de julio de 2014
Nido de arañas
El surco que había dejado sobre
la tierra terminaba justo en la boca de aquel agujero en la ladera, a
los pies de la arboleda mustia y deshojada. Se trataba del rastro
evidente de un cuerpo que había sido arrastrado a la fuerza. A lo
largo del recorrido, se podían encontrar marcas de pataleos y golpes
de talón, señal inequívoca de que Geomi se había resistido. Sin
embargo, las huellas que más desconcertaban a Seoum eran las de las
innumerables patas diminutas que había alrededor.
jueves, 3 de julio de 2014
Diálogo con la conciencia
―Dime, conciencia mía, ¿por
qué estoy haciendo esto? ¿Por qué estoy a punto de acometer una de
las tareas más aterradoras de mi vida?
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