Lunes, 21 de mayo del 2035
Valoración final del doctor
Pablo Silar
Los resultados con el sujeto de
prueba 001 han sido tan demoledores como inesperados, y no me ha
quedado más remedio que anular cualquier otra prueba futura de
este experimento. De modo que los preparativos para observar el
impacto del algoritmo en un sujeto mujer han quedado suspendidos.
No habrá sujeto de prueba 002.
Durante el periodo de
observación, la vigilancia del sujeto 001 se llevó a cabo
tal y como habíamos acordado en las reuniones. Aparte de
las grabaciones de audio, contábamos con el registro audiovisual de
las cámaras que colocamos en el piso de 001. Desde luego, el sujeto
no era consciente de la vigilancia constante con el objetivo de no influir en su
comportamiento lo más mínimo. Por otro lado, el triste resultado
final demostró el acierto de mi empecinamiento inicial en posicionar un
equipo humano de vigilancia en las cercanías del domicilio de 001.
Dos parejas de becarios se turnaron día y noche aparcados delante de
la entrada del edificio de 001 y monitorizaban con un portátil su
actividad. Con semejantes medidas, el proceso de observación se fue
llevando a cabo de la manera esperada, hasta que llegó el tercer
día.
Ese día, el equipo informó de
un comportamiento extraño en 001. En las imágenes del vídeo, se
observaba cómo el sujeto deambulaba por su casa sin ir a ninguna
parte, mirando rápidamente en todas direcciones y llevándose las
manos a los oídos, como para protegerse de algún ruido molesto. A partir de
ese instante, se intensificó la vigilancia, suprimiendo cualquier
periodo de descanso de los equipos. Al cuarto día, el sujeto se
recluyó en su habitación, convencido de la presencia de alguien en
el salón: una mujer, para ser exactos, tal y como se puede escuchar
en su testimonio en las grabaciones. El miedo había crecido tanto
dentro de su mente que progresivamente se fue aislando en su propio
dormitorio hasta que, el quinto día, fue incapaz de salir de su
propia cama, por temor a unas serpientes que solo existían dentro de
su cabeza.
La tarde de ese mismo día, 001 empezó a
gritar a pleno pulmón, agarrado a las sábanas como un niño
histérico. El sujeto estaba convencido de que había un incendio en
su piso, y el terror a todo cuanto lo rodeaba le impedía huir. El
incendio solo existía dentro de su cabeza, y el equipo de vigilancia
tuvo que intervenir. Afortunadamente, pudieron entrar y llevarse a
001 antes de que la policía llegase. Algún vecino habría alertado
a las autoridades a causa del alboroto, pero el equipo pudo hacerse
con 001, con sus efectos personales y con la grabadora antes de que
los agentes llegasen para encontrar el piso sin nadie.
En estos momentos, 001 se
encuentra en las instalaciones de los laboratorios, sedado y atado a
la cama. Cuando el equipo lo encontró, 001 había comenzado a arrancarse su
propia piel con las uñas para librarse de las llamas imaginarias. Los miembros del equipo tuvieron que sedarlo para poder llevárselo. Recientemente, en los escasos momentos
de conciencia que ha tenido, 001 delira, llora y pide auxilio. Es probable
que continúe con las alucinaciones, pero no lo sabemos a ciencia cierta, pues no hemos conseguido que su
testimonio sea coherente. Es como si la cordura hubiera desaparecido en él,
a pesar de que las pruebas físicas vuelven a mostrar resultados normales.
Las probabilidades de
recuperación de 001 son inciertas, y aún queda demostrar si los efectos
del algoritmo son permanentes o si, por el contrario, desaparecen con el
tiempo.
Lo que sí creo, a pesar de que
solo hayamos realizado una sola prueba, es que el suicidio del doctor
Óliver Brand, el miembro del equipo que vio el algoritmo por
accidente, no fue fruto de la casualidad. A pesar de las reuniones de
seguridad previas que mantuvimos, tuvo un descuido y vio la imagen con el algoritmo que él había ayudado a crear.
001 me ha ayudado a salir de
dudas. Y, en pocas palabras, opino que ha quedado claro que el algoritmo,
plasmado en una imagen, afecta a la estabilidad mental de algún modo
que aún no conocemos. Y que tanto el doctor Brand como 001 fueron víctimas
de este terrible descubrimiento.
Es por ello que me he visto en la
obligación moral, más que científica, de destruir todas las copias
del algoritmo del miedo. Este hallazgo no puede caer en malas manos,
o en manos descuidadas. ¿Y si el algoritmo se filtrara en las redes? ¿Y si algún loco lo propagara entre la población en una
simple valla publicitaria? Esta fuerza escapa al control humano, y
hay que cortarla de raíz desde el momento de su nacimiento. El
algoritmo no debe salir de este laboratorio. El equipo no sabe que lo
he borrado todo, y tampoco voy a decírselo, pero se darán cuenta, y
se enfadarán. Mucho. He destruido todo el trabajo de muchos años de
investigación. Tendré problemas. Muchos. Seguramente me despedirán
y emprenderán acciones legales contra mí. Al fin y al cabo, en
Shinju Laboratories no estarán nada contentos con que yo haya puesto
punto y final a una investigación que ellos mismos estaban
financiando. Pero no tuve más remedio. Entre todos hemos creado un
monstruo en un ordenador que, si se escapa, puede acabar con todos
nosotros.
En cuanto a las otras líneas de
investigación actuales, espero que se proceda con prudencia después
de mi futurible despido. El algoritmo del amor va muy avanzado, y,
mientras pueda, vigilaré muy de cerca el desarrollo del algoritmo de
la ira. Aunque, tras lo ocurrido, ya no estoy tan seguro de que sea
buena idea continuar con nada de esto. Y espero no ser el único de
mi equipo en pensar de este modo. El tiempo lo dirá.
Que los Altos nos protejan de
nuestras propias creaciones.
Doctor Pablo Silar.
Director del experimento Phobos.
Pufff... El doctor ha hecho bien. Aunque me temo que no todos los científicos tendrían esa conciencia que le ha llevado a hacer lo que ha hecho. Sin duda, ha sido terrible el modo en el que encontraron a 001...
ResponderEliminarBueno, pues Aio, mi veredicto para esta historia es... (redoble de tambores jejeje) ¡¡Excelente!! Ha estado genial, desde el modo en que nos metes en la cabeza de 001 hasta el desenlace final con la aparición de otro algoritmos (¿te imaginas lo que podría generar el de la ira? Sería terrible...)
Pues nada, me lo he pasado muy bien ^^ Espero poder leerte más a menudo. Y que estés un poquito más animado. Un abrazo muy fuerte, ¿vale? Y nos leemos a la próxima ;)
¡Hola, Carmen!
EliminarFinalmente he terminado esta historia. La verdad es que ya me apetecía pasar a otra cosa. Me encanta que te haya gustado, y espero que la de la semana que viene te parezca interesante. :)
Un abrazo fuerte, y nos seguimos leyendo. ^^
Aio