Apenas había dormido la noche
anterior. Edith esperaba sentada en un banco del parque a que llegara
su amiga Patri. Nerviosa, no dejaba de mover el pie de arriba abajo.
Se sentía inquieta e inestable, como si hubiese perdido el marco de
referencia de su propia personalidad. El teléfono móvil comenzó a
zumbar. Lo sacó del bolsillo y vio el nombre de su hermano Ezra en
pantalla. Edith suspiró profundamente y se mantuvo firme en su
decisión de no contestar. Ya era la séptima vez que la llamaba
aquella mañana, pero a ella no le apetecía escuchar los reproches y
las ideas absurdas de él. Dejó que vibrara hasta que su hermano se
dio por vencido. Consultó el reloj. Ya eran las once menos cinco.
Cambió de postura apoyando las manos en el asiento. Cuando miró al
sendero de tierra de su izquierda, vio aparecer a Patri, quien la
saludaba efusivamente con una amplia sonrisa. Edith no se había
percatado de ello, pero también sonreía y, por un segundo, de su
cabeza desaparecieron todas las preocupaciones.
Contenido
- Boda de ladrones
- Cielo cromado
- Claudio
- Diario
- Dormiré contigo
- Edith
- El fin
- El manantial
- El testamento del dragón
- En busca de
- Flora
- Grietas en el cielo
- Historias con latido
- Historias cortas
- Imágenes con latido
- La mansión
- La nueva vida de Dana
- Lady Noche
- Lágrimas de sueño
- Lana Mandala
- Las cuatro insidiosas
- Latidos de libreta
- Llantos
- Mariposas en las paredes
- No se lo digas a mi hija
- Notas del autor
- Ojos negros colmillos blancos
- Sujeto de prueba 001
- Zona en obras
jueves, 28 de julio de 2016
jueves, 21 de julio de 2016
Edith: consecuencia
Cerró la puerta de su
apartamento con llave y Edith se apoyó de espaldas en la puerta.
Dejó que su cuerpo cayera hasta quedarse sentada en el suelo.
Encogió las rodillas y escondió la cara detrás de los brazos
cruzados sobre ellas. Todavía notaba los fuertes latidos de su
corazón, latiendo como si estuviera justo detrás de sus tímpanos.
jueves, 14 de julio de 2016
Edith: poderes
El silencio era casi total.
Únicamente el sonido acuático de la piscina rompía la quietud
incómoda y tensa que se había adueñado de la noche. Ezra se
acomodó las gafas de sol que ocultaban su rostro y se interpuso
entre el vigilante armado y su temblorosa hermana, tan helada de frío
como congelada de miedo.
jueves, 7 de julio de 2016
Edith: poder
Aunque era de noche, Ezra miró hacia arriba a través
de las gafas de sol que ocultaban su rostro en parte. Con las estrellas de telón de fondo, su hermana
Edith temblaba de frío en lo alto del trampolín. Con suavidad, se
mecía sobre la tabla, totalmente protegida con rodilleras, coderas,
casco y gafas. Erguida y nerviosa, se balanceaba arriba y abajo sin
terminar de decidirse del todo a saltar al agua.
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